Un día de estos, en clase, un alumno me preguntó si existía una "vivienda digna". Acuñando una definición le expliqué que la palabra "digno" era un adjetivo que pertenece a la persona humana y no es para objetos. Desde el punto de vista restrictivo de la definición, se puede aplicar en esta manera. Pero una vivienda digna, como tal, se define por una edificación que no solo da cobijo, sino también refugio y descanso.
A parte de esto, alguien me dijo, que nosotros, los seres humanos no somos dignos. Esto me martilló el cerebro, pero; a medida que pasan los años, las malas definiciones o los conceptos no entendidos ya no me escandalizan, sino que me hacen reflexionar al respecto.
Me pregunté a mi misma : " No soy digna"?...me respondí : Claro que lo soy ! . Primero porque desde el punto de vista de la filosofía moral, la cualidad de digno o lo que llamamos comúnmente dignidad, deriva del adjetivo latino "dignus" y se traduce por "valioso".
La dignidad, hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto a ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden moldear y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad.
Superada esta "barrera" moral, no me bastó esta visión, y me detuve en la teología judeo-cristiana.
Cuando yo me acerco a Jesús, cuando rindo mi vida a El, mi opción o decisión, me eleva a la categoría de "hija de Dios"; y esto no es algo que yo me he inventado, así que transcribo lo que dice el catecismo de la Iglesia Católica : " El hombre ha sido creado a imagen de Dios, en el sentido de que es capaz de conocer y amar libremente a su propio Creador. Es la única criatura sobre la tierra a la que Dios ha amado y ama, y a la que llama a compartir su vida divina, en el conocimiento y en el amor. El hombre, en cuanto creado a imagen de Dios, tiene la dignidad de persona: no es solamente algo, sino alguien capaz de conocerse, de darse libremente y de entrar en comunión con Dios y las otras personas " ( Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, n.66. cfr./ nn. 355-357).
Pero cuando nos dicen que "no somos dignos", hay un concepto equivocado, una aseveración sin fundamento y quizá un desconocimiento de que existen personas , como niños y ancianos seniles, o personas con capacidades diferentes o inválidos por una u otra razón y que de por si, son personas dignas, son poseedoras de una dignidad que le es inherente a la persona humana.
Se basa la dignidad en el "reconocimiento de la persona de ser merecedora de respeto". Todos merecemos respeto sin importar como seamos. El que se nos califique de "no dignos" nos ofrece una lectura de que no somos capaces de transformar la naturaleza en nosotros mismos, de que no somos capaces de contenerla, regularla, por tanto, nos da una idea de irresponsabilidad, y esto no es cierto.
Por supuesto que todos los excesos son malos, y el creerse demasiado "digno" puede fomentar el orgullo propio, haciéndole creer a la persona que tiene derechos exclusivos o léase privilegios.
¡Qué es entonces lo que nos lleva a aseverar que no somos dignos ???....el desconocimiento, porque la dignidad es un producto de la racionalidad, de la autonomía de la voluntad y el libre albedrío.
Así que a la pregunta o aseveración de que no somos dignos, puedo decir, con conocimiento que si soy digna, me siento digna, y tengo dignidad...si no...dejaría de ser hija de Dios, ser Creado a su imagen y semejanza y negaría mi profundo agradecimiento al inefable amor del Señor. Solo pido con humildad, que mi visión no se exceda y no caiga en la irresponsabilidad y vanidad del orgullo y que mi falta de conocimiento no me haga irrespetar la dignidad inherente a la persona humana. Como escribí antes, todos debemos ser respetados como personas, porque somos "valiosos" a los ojos del Creador, por lo tanto , somos dignos !
Bendiciones.
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